Lucía nos demuestra que el baile cambia vidas. Ella pisa un estudio de danza por primera vez a sus 4 años, y aunque al principio no le gustaba, poco a poco se fue enamorando de esta disciplina. Años después fue parte de un programa de intervención y prevención mediante la danza para comunidades vulnerables, lo cual le abrió el panorama y le hizo entender el mundo de posibilidades que daba el baile. Por todo lo vivido, ella decide fundar Bailar con el Corazón AC: un estudio de danza enfocado a la rehabilitación mediante el ballet a niños, jóvenes y adultos con discapacidad física o intelectual. Lucía encontró su propósito de vida a través de cada experiencia vivida lo cual la ha llevado a dejar de sobrevivir para realmente empezar a vivir. Una historia de trabajo, sueños y propósito.

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