Un hombre, un pensador, ingeniero, maestro, amante de la buena música, de la familia, de los amigos, de las letras, completamente seducido por las sonoridades del bongó, el tambor, en cencerro, la clave…un ser absolutamente musical y literario, cuyas palabras en su marcado y particular acento quedaron con el sabor impreso e inconfundible de su amada perla de las Antillas, isla abrazada por la historia y la cultura. Un hombre que nació en Flor de itao, un pueblo ubicado a las afueras de Madruga en Cuba: Aliex Trujillo se educó para ser ingeniero mecánico, pero la vida lo fue llevando a otros escenarios que lograron cautivarlo. Docente investigador de la Universidad Central de Colombia y maestro de UPN, se dejó cautivar por los caminos del arte, es así que entre letras, músicas, conversaciones entre cruzadas de estudiantes anduvo por las calles de esta otra patria que lo acogió como a un hijo, entre vinilos, interminables tertulias, bongoes, tambores cencerros y amores musicales.