Dedicamos el capítulo al pirata pontevedrés Benito Soto, un asaltabarcos sanguinario nacido en 1805.
Antes de cumplir los 25 años, Benito Soto fue ejecutado en Gibraltar tras considerarlos culpable de 75 asesinatos y del saqueo de 10 navíos.
Benito Soto cometió sus crímenes en el Atlántico en apenas un par de meses, tras liderar un motín en el barco negrero donde ejercía como contramaestre.
En ambas facetas, como bandolero del mar y como tratante de esclavos, Benito Soto demostró ser un hombre carente de respeto por la vida de los demás.