Recientemente escuche en una conferencia la siguiente cita de uno de los panelistas; “Cada vez que la iglesia se aparta de lo establecido por la Palabra, llegan las supersticiones y el misticismo”.

Me parece adecuado acuñar aquí uno de varios imperativos que el apóstol Pablo escribió en la segunda carta a su hijo en la fe, Timoteo. “Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha  paciencia e instrucción. 3 Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; 4 y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos.” 2 Timoteo 4:2-4

Debemos procurar que nuestro compromiso, con la ayuda de Dios, sea predicar esa verdad. Que no busquemos cambiar solamente la conducta, motivar sus vidas, alimentar sus sueños o hacerlos nuestros fieles oyentes. Propongámonos utilizar la tutela de las Escrituras para orientarnos a buscar cambiar los corazones y que los entenebrecidos ojos del entendimiento sean alumbrados, ya que esto sólo se puede lograr a través del poder de la Palabra.

Es nuestra oración que aquí en “Lugar de Estudio Antioquía” podamos compartir la verdad del evangelio y fomentar la enseñanza de la sana doctrina para que nuestro Señor y Salvador reciba gloria y se de a conocer Su bendito Nombre. Si desea comunicarse con nosotros puede escribir a; [email protected]. ¡Gracias por escucharnos!