Esta noche, en El Guardián del Cementerio, viajamos a una tierra envuelta en niebla y leyenda: Bretaña, donde los muertos no duermen. Casas que susurran nombres olvidados, sombras que se arrastran por escaleras vacías, faros que hablan y bosques donde el tiempo se quiebra. Te contaré historias reales ocurridas en esta región del oeste de Francia, donde la superstición y la muerte conviven desde hace siglos. No son cuentos: son testimonios. Y si mientras me escuchas algo cruje a tus espaldas… no te gires. En Bretaña, el pasado nunca está enterrado del todo.

Y después, nos adentraremos en uno de los capítulos más inquietantes de la historia de la música: la última canción de Buddy Holly antes de morir fue Rave On. Años más tarde, Ricky Nelson tocó ese mismo tema… y también cayó del cielo. ¿Casualidad? ¿Destino? ¿Coincidencias malditas? Exploraremos la siniestra cadena de artistas que parecían tener una cita sellada con la fatalidad justo después de cantar su última nota. Porque hay canciones que no deberían sonar... antes de volar

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