El 28 de febrero de 1847 se enfrentaron en la hacienda de Sacramento Chihuahua el ejército mexicano en contra del estadounidense. Esta guerra traería como consecuencia que México perdiera casi la mitad de su territorio. 

Cientos de Chihuahuenses perdieron la vida, hubo traiciones, espías, abandono por parte de supuestos aliados pero también valentía, fortaleza y una defensa dura por su tierra.

En medio de inestabilidad política, carestía económica y conspiraciones internas, Chihuahua se mantuvo unida demostrando que su gente es valiente y leal.