Cuando haces lo posible, Dios hará lo imposible, pero es tiempo de levantarte y caminar en fé.
No importa que tan difícil sea la situación que estás viviendo, o cuan temible parezca tu enemigo, ¡No temas! porque ahora Dios va contigo para defenderte y ¡Él peleará por ti!
No mires gigantes invencibles, sino bendiciones gigantes, porque a mayor reto, mayor bendición.
Dios mismo irá contigo, te protegerá, Él peleará por ti y te dará la victoria.