Pues hoy estoy muy cabreada, pero más cabreada aún cuando hemos terminado de grabar este capítulo mi amiga Paula (@lolamento) y yo.
Que, ¿por qué?
Porque estamos cansadas, indignadas, asqueadas.
Porque no se nos respeta ni en el deporte, ni en la vida, ni en nada.
Porque tenemos que aguantar que nos sigan manoseando, que nos sigan infantilizando y que se sigan riendo de nosotras. Y si nos quejamos está mal, si consentimos está mal. Siempre todo está mal.
Suerte que Paula y yo, nos lo pasamos TETA. Y por cierto, aquí está el libro de ella, ¡no te quedes sin él!
https://libros.com/comprar/mama-quiero-ser-cuentista/