Para los adultos suele verse sencillo, pero no para los niños. En algunos casos se llegan a enfrentar situaciones sumamente complicadas. Pueden añadirse episodios de ansiedad, estrés, desinterés y enojo. Algunos los viven con calma, pero no todos.
Para los adultos suele verse sencillo, pero no para los niños. En algunos casos se llegan a enfrentar situaciones sumamente complicadas. Pueden añadirse episodios de ansiedad, estrés, desinterés y enojo. Algunos los viven con calma, pero no todos.