Leopoldo María Panero. Su muerte no me provocó pena, ni tristeza; acaso ganas de beber, de transmitir en la radio y hablar mucho, hablar para poder existir.
Leopoldo María Panero. Su muerte no me provocó pena, ni tristeza; acaso ganas de beber, de transmitir en la radio y hablar mucho, hablar para poder existir.