“Muchas veces los fenómenos más perversos de las sociedades humanas ni siquiera se cuestionan. No se habla de ellos. Se les da un status político o económico y así se invisibilizan; se convierten en parte de 'lo normal'".
“Muchas veces los fenómenos más perversos de las sociedades humanas ni siquiera se cuestionan. No se habla de ellos. Se les da un status político o económico y así se invisibilizan; se convierten en parte de 'lo normal'".