A principios del mes de marzo, Colombia se despertó con la noticia de que el glorioso ejército de Colombia había bombardeo un campamento militar de las disidencias de las FARC, en Calamar, Guaviare, donde se encontraba Gentil Duarte, uno de los líderes de las disidencias. Pero como en ocasiones pasadas, Gentil no estaba entre las víctimas, quien si estaba era una adolescente de 16 años, que habría sido reclutada forzosamente.