Hoy charlo con Miguel, ciudadano del mundo. Sabemos donde empezó pero es imposible saber donde terminará.
Un intrépido en su juventud que parece que con los años se va calmando. La persona menos indicada para decirle eso de "¡NO HAY HUEVOS!".
Le tranquiliza mucho pensar que tiene el porvenir asegurado. Disfruta descansando pero lo que más le gusta es comer.
No le gustan las mentiras ni enfadarse con la gente y detesta que intenten aprovecharse de él.
Si pudiera haría que todo el mundo fuese igual, ni ricos ni pobres.
Aunque le cuesta expresarse un poco en español, se ve que es una gran persona.
¡Sigue así Miguel!
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