Cuando tú dices “YO SOY”, sintiéndolo, abres la Fuente de la Vida Eterna para que corra sin obstáculos a lo largo de su curso; en otras palabras, le abres la puerta ancha a su flujo natural. Cuando dices “Yo no Soy”, tiras la puerta en plena cara de esta Magna Energía.
“YO SOY” es la Plena Actividad de Dios.