Al llegar un momento en el crecimiento espiritual, nosotros oímos a los estudiantes invocándonos con gran sinceridad: “Grandes Maestros, ayúdennos a resolver nuestros problemas”. Para darles ánimo y fuerzas les diré que no se tiene la menor idea de la Radiante Presencia de los Maestros derramándoles fuerza, valor, confianza y Luz. Los estudiantes están totalmente inconscientes de esto. Hay una sola manera que todo aquel que posee Sabiduría puede emplear para dar una ayuda permanente a aquellos hermanos que piden asistencia, y es la de instruirlos en estas simples Leyes que les darán la Victoria y el Dominio sobre el ser y el mundo exterior.