Hoy en día ninguna mente racional y sincera, una vez que ha invertido su atención y la ha fijado firmemente en la “Presencia YO SOY”, puede discutir, dudar o interrogar la Omnipotencia de esa “Presencia YO SOY”.
La duda, escasamente reconocible, que deja entrar en la mente argumentos concernientes al Origen de su Ser, es solamente una falta de fortaleza para alzarse en contra de la Ley de la Resistencia, fortaleza por medio de la cual se mide el crecimiento de lo externo.