En un pueblo rural de Galicia en 1846, Manuela, una madre soltera, y su hija Petra deciden dejar su vida de pobreza atrás, esperanzadas por las promesas de empleo en Santander. Guiadas por Manuel Blanco Romasanta, un comerciante conocido en la región, emprenden un viaje lleno de esperanza. A medida que avanzan, sin embargo, comienzan a surgir dudas sobre la ruta y las verdaderas intenciones de Romasanta, lo que lleva a un creciente sentimiento de desconfianza y temor.