Nadie imaginaba que en 1962, Centralia, Pensilvania, al quemar un vertedero de basura cerca de una mina de carbón, sellaría su propio destino. El día de hoy es una ciudad fantasma, con solo algunos vestigios de lo que alguna vez fue.
Nadie imaginaba que en 1962, Centralia, Pensilvania, al quemar un vertedero de basura cerca de una mina de carbón, sellaría su propio destino. El día de hoy es una ciudad fantasma, con solo algunos vestigios de lo que alguna vez fue.