El cine de terror japonés se distingue por estar clasificado de una forma diferente bajo el término J-Horror que, a diferencia de las producciones de occidente, están centrado en el miedo psicológico y en la tensión que se forma por la participación de fantasmas y entes de una dimensión desconocida.

A diferencia del cine creado en Estados Unidos, el de Japón tiene un plus al estar basado en leyendas y personajes de su cultura que lo hacen extraordinario, cuentan con historias que van más allá de la comprensión humana y justo ahí radica lo más especial de ellas.