Jesús nos recuerda que cada día trae sus propios desafíos y que preocuparnos por el mañana solo nos roba la paz de hoy. Confiar en Dios significa descansar en Su cuidado diario y en su voluntad. Él ya está en control del futuro, del tiempo y de todos los acontecimientos. Vive un día a la vez, con fe y sin temor es la invitación del Señor.