Los fabricantes de automóviles tradicionales están luchando por la transición del hardware al software, un movimiento ya dominado por Tesla y las marcas chinas, lo que genera grandes costos y retrasos en el desarrollo. Empresas como Toyota y Volvo han enfrentado contratiempos significativos en la implementación de sus plataformas de software. La naturaleza conservadora de la industria se presenta como un obstáculo para la innovación rápida, lo que lleva a muchos fabricantes a buscar asociaciones tecnológicas. Sin embargo, estas colaboraciones crean tensiones sobre el control de los datos del vehículo y los servicios, a medida que la industria se desplaza hacia un modelo de ingresos basado en suscripciones de software.
Puedes ver el resumen del episodio en https://youtu.be/6ZmJPol5eI4