Si ser cabeza significa “poder” en cualquier sentido, entonces es el poder para cuidar, no para aplastar; el poder para servir, no para dominar; el poder para facilitar la satisfacción de otro, no para frustarla o destruirla.
Si ser cabeza significa “poder” en cualquier sentido, entonces es el poder para cuidar, no para aplastar; el poder para servir, no para dominar; el poder para facilitar la satisfacción de otro, no para frustarla o destruirla.