Se nos enseñó a no enojarnos, porque “es malo”. Estamos ardidos, somos intensos, dramáticos, ¿Y? El proceso de renacer de nuestras cenizas como el Gato Félix no es lineal, y hoy hablamos de cómo emputarnos y hacerle caso a un proceso adaptativo tan chido cómo enojarnos, nos ayuda a sanar MUCHO.