Los buenos consejos, esos a los que se refiere el refrán resultan una forma de compartir experiencias y conocimientos con el fin de ayudar a otros a tomar decisiones informadas. Sin embargo, dar y recibir consejos puede ser un proceso delicado que requiere sensibilidad, empatía y respeto, quizá de ahí, de la necesidad de sumar la experiencia sobre las cosas y los humanos y, por eso, el refrán nos remite a la gente de edad.
En el mundo actual, lleno de personas con capacidad de influencia en las tendencias y en la formación y difusión de opiniones, parece un escenario adecuado para darle una amable vueltecita al tema, si os animáis ...