El perfumista Pedro de Leana prepara el ambiente para el día de San Valentín, y aunque es amigo de los prolegómenos… se guarda un as debajo de la manga. Un perfume destinado a interactuar con nuestro estado de ánimo, basados en sensaciones más que aromas. La Lujuria, El Amor o La Prosperidad… te trasladan al interior de un jet privado; sentado sobre el cuero de un coche de lujo o bajo los efectos embriagadores de la madera noble en una mansión antigua. Nada de feromonas afrodisíacas, sólo sensaciones atrapadas dentro de una botella. Pedro de Leana