A lo largo de la vida de las parejas se van produciendo cambios (nacimiento de los hijos, crianza, cuidado de mayores, cambios laborales, etc) que exige nuevos pactos que nos permitan adaptarnos a estas nuevas circunstancias. Sin embargo adaptarnos a esa cambio no suele ser tan sencillo, y en ocasiones, se producen fricciones y conflictos en la pareja, que de no ser adecuadamente gestionados pueden desemborcar en la ruptura de la misma. Elaborar unos buenos pactos de convivencia pueden ayudar a reconducir esta situación hacia la dirección que realmente queremos.