Solemos permitir que el miedo, las preocupaciones y la inseguridad dominen y definan nuestras vidas. Les permitimos robarnos la diversión, el sueño y nuestras ilusiones más preciadas. Si quieres alcanzar la felicidad y llevar a cabo todos tus sueños debes estar preparado para dar un salto de fe y enfrentar tus miedos.