Si hay algo que debemos tener claro es saber que nuestra vida de fe es una carrera, una competencia en la cual debemos estar preparados, entrenados y disciplinados y para lograr esto, Dios nos regala estás tres invitaciones.
Si hay algo que debemos tener claro es saber que nuestra vida de fe es una carrera, una competencia en la cual debemos estar preparados, entrenados y disciplinados y para lograr esto, Dios nos regala estás tres invitaciones.