Cuándo fue la última vez que recibiste una respuesta milagrosa a tu oración? Si Dios no cambia, que sucedió con su promesa de que señales y prodigios nos seguirían? Analicemos este tema a la luz de la palabra.
Si Dios no miente, entonces en que estamos fallando y como podemos retomar esta promesa y hacerla parte de nuestra vida.