"YO SOY aquí, YO SOY allá, YO SOY tú". Así que cambié de dirección, y subí montañas y crucé ríos; y recé en mezquitas, y en templos e iglesias; y seguí a maestros y tropecé y seguí caminando, hasta que llegué al momento de la evolución en que pude verdadera y completamente decir: "YO SOY uno con Dios". Entonces fui liberado de mis ciclos de encarnación.