Texto bíblico: Hechos 5:1-11. 📖 En el libro de los Hechos, Lucas el evangelista, narra la historia de Ananías y Safica, una pareja de creyentes que vendieron una propiedad y ofrecieron el dinero de la venta a los apóstoles. El problema de esta familia fue que, con engaño, pretendieron impresionar a los hermanos ayudando a la obra. El dinero que ofrecieron era menor al dinero que recibieron de la venta ¡Pero dijeron que habían ofrendado todo! Mintieron a los apóstoles, a la iglesia, pero sobre todo al Espíritu de Dios. Ignorar al Espíritu Santo y mentirle les trajo la muerte a estos dos. Esto sentó un precedente en la primera iglesia: Con Dios no se juega. Hubo gran temor de Dios y la gente seguía creyendo en al Señor. Impresionar a la gente no es necesariamente lo correcto delante de Dios. Lo ideal es esforzarse por impresionarlo (agradarlo) a Él. El Espíritu de Dios está interesado en darse a conocer a nosotros como una persona; no quiere ser ignorado. *Grabado el 26 de septiembre de 2021 para Cielos Abiertos (Curacao)