En esta enseñanza vemos la importancia de conocernos a nosotros mismos, saber quiénes somos y cómo estamos desde la perspectiva de Dios.

Cuando entramos en intimidad con Él, buscándolo de todo corazón, podemos saber cómo Él nos ve, quiénes somos a sus ojos, cuáles son los propósitos para los que nos creó y disfrutamos de Su presencia que nos llena de gozo y de paz.

Además, Dios amorosamente nos invita a cazar, a descubrir y echar de nuestras vidas esas pequeñas cosas que nos impiden disfrutar de Su compañía y dar fruto para Su gloria que es nuestro deseo y fuente de verdadera satisfacción personal.