“Una mentira puede haber recorrido la mitad del mundo antes de que la verdad tenga las botas puestas”. Esta frase que dijo un escritor británico de fantasía y ciencia ficción, pero que suele ser erróneamente atribuida a Mark Twain, Winston Churchill o incluso Benjamin Franklin, podría servirnos para explicar esto que ahora se conoce como “Fake news”, es decir “noticias falsas”. En Derecho no existe la posverdad, existe la verdad. No caben los hechos alternativos, sino únicamente los hechos. Las noticias falsas, las historias falsas, siempre han existido, la única diferencia es que ahora, con la Internet, estas se propagan de forma más rápida y son más visibles, pero a lo largo de la historia de la humanidad, se han propagado historias y noticias que no son verdadera, o que reproducen la verdad que los poderes han querido difundir mediante montajes preparados. Teniendo en cuenta que las mentiras afectan a todos los seres humanos de forma individual, pero también colectivamente, podríamos atrevernos a decir que lastra la sociedad. De hecho, hay fábulas interesadas sobre grupos concretos, inventadas hace mucho tiempo y que aún hoy en día, y depende del país del que estemos hablando y la historia que lo defina, perdura haciendo gala de una ignorancia colectiva supina que tiene visos de continuar.
De todo esto y muchas más cosas y con motivo de la publicación de su segunda novela, titulada “TAXIL. Nunca digas la verdad”, hemos conversado con la escritora malagueña, María Viedma. Con ella y su obra, nos trasladamos al París de finales del siglo XIX para convertirnos en testigos de una acallada colisión entre la Iglesia Católica y la Masonería. Una novela repleta de rigor histórico en un contexto donde se entremezclan la religión, la masonería, las primeras sufragistas, la psiquiatría, la literatura y el arte.