Decía Malika Mokeddem en su libro "La Prohibida" que, "a fuerza de ser siempre de otra parte, te vuelves necesariamente diferente. Interesas, te preguntan o chocas, eres una peculiaridad móvil en el tiempo, en el espacio y en las distintas ideas que la gente puede hacerse de 'El Extranjero'. Pero figúrate, tan incómoda como puede resultar, a veces esa piel de extranjera en todas partes, también es cierto que te da una libertad inestimable. ¡Yo no la cambiaría por nada del mundo!". Esto lo escribía ella en el año 1993. Después de 22 años, y para el momento actual que vivimos, en todos los órdenes por el que está pasando el mundo , no sé si seguiría defendiendo esta afirmación o le agregaría algún matiz que permitiera conjugar la libertad con la idea primordial de la democracia que no es otra que la igualdad y con ello establecer las bases para unas adecuadas y saludables relaciones interculturales. CLANDESTINO de hoy ha querido contribuir a aportar un marco de referencia, o telón de fondo, que nos permita hablar de la hiperpolítica hacia la que deben tender los Estados, los pueblos, que genere una nueva clase política con la finalidad de lograr la convivencia entre lo grande y lo pequeño en este mundo globalizado, es decir, un mundo en donde reine el pluralismo y no la homogeneidad, un mundo que no nos lleve a la confrontación cultural de forma permanente, como excusa para implantar dominios e imperios y sobre todo como excusa para enfrentar a los pueblos en guerras cruentas y sangrientas...

De todo esto y de más cosas hemos conversado con Francisco Javier García Castaño, Director del Instituto de Migraciones de la Universidad de Granada.