En los Centros de Internamiento de Personas extranjeras, los CIE, se sufre. Eso no me lo ha contado nadie. Eso lo puedo certificar. Eso lo he visto y comprobado yo en el CIE de Capuchinos, antes de que este se cerrara, todas y cada una de las veces que entré para visitar a compañeros migrantes que habían sido detenidos y retenidos solo por el hecho de carecer de un papel que dijera que tenía permiso de residencia. Y se trata de un sufrimiento inútil al que se somete a las personas, porque a la postre, al final, la mayoría se queda finalmente en España. Y lo peor, es que los CIE, además de ser centros de sufrimiento, son espacios de opacidad e impunidad policial. Y esto, no lo digo yo, aunque también. De todas a todas, ser inmigrante, no es un delito, no, no lo es.
Nuestro invitado de hoy es un jesuita que estudió las licenciaturas de derecho en ICADE, antes de entrar en la Compañía de Jesús y Teología, ya en la orden. Por cierto, para quien no lo sepa, ICADE es la Universidad Pontificia de Comillas. Pronto fue destinado al campo de las migraciones, incluso como estudiante jesuita, en el que ha trabajado desde una perspectiva legal, promoviendo la participación ciudadana, la investigación, y la atención directa a personas de origen migrante. También se ha dedicado al diálogo interreligioso, brotada en su contacto con población migrante de confesión musulmana. Es miembro del Servicio Jesuita a Migrantes, al que pertenece la Asociación Claver, de la que es director. Podemos decir que es el Servicio Jesuita a Migrantes en Andalucía. Claver tiene como líneas de trabajo principales: la participación, mujeres inmigradas, Hospitalidad y Fronteras. Pero, sobre todo, es muy conocido porque dentro del Servicio Jesuita a Migrantes, en conjunto, coordina el equipo Frontera Sur, que cuenta con abogados en Melilla y Madrid; y más conocido aún porque es el autor principal de los informes anuales sobre los CIE, un documento que el resto de entidades y personas que nos dedicamos a trabajar en el ámbito de las migraciones, lo esperamos cada año, porque sienta cátedra. Su nombre es Josep Buades Fuster, aunque más conocido como Pep.