COPUS Christi para países donde no se celebra el jueves después de santísima Trinidad. Lc 9, 18-24: la multiplicación de los panes: Audio y edición: P. Cristóvão, svd - Texto: Victor M.Fernandez. - Musica: Alma de Cristo: Los cantantes católicos. Después de mucho tiempo de convivencia y de enseñanza, Pedro reco- noce que Jesús no es un profeta más, ni una especie de sucesor de Juan el Bautista, sino el Mesías esperado durante tantos siglos.
Lucas nos narra muy brevemente este episodio y lo coloca en un con- texto de oración. Es una forma de indicarnos que Jesús preparaba con su oración la confesión de Pedro. De hecho, en Lc 22, 31 Jesús dice a Pedro: Yo he orado por ti para que tu fe no desfallezca.
Pero Jesús quiere llevar a sus discípulos a descubrir que el Mesías necesariamente debe pasar por la cruz, y que ellos deberán estar dispues- tos a imitarlo. Por eso, luego de anunciar su pasión y su resurrección, Je- sús pide a los discípulos que acepten reproducir ese misterio en las pro- pias vidas, cargando con la cruz.
En las molestias, cansancios y renuncias de la vida se está compartien- do la pasión del Señor, pero de ese modo la vida no se arruina, sino que se salva, se la vive con mayor profundidad, con un gozo y un sentido más hondo.
Jesús se refiere sobre todo a la cruz de la incomprensión y de las burlas del mundo; por eso pide a los discípulos que no se avergüencen de él y de sus palabras (v. 26), sino que se identifiquen públicamente con él y con su mensaje a pesar del desprecio y del rechazo del mundo.
Pero en el evangelio de Lucas este texto tiene una característica pecu- liar, porque habla de cargar con la cruz cada día, y eso significa que no se trata de buscar cruces llamativas o extraordinarias, sino de aceptar y cargar las cruces cotidianas, esas que nunca faltan.
Se trata de vivir cada día esa unión mística con Cristo en su pasión, asumiendo cotidianamente las renuncias al propio yo.