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En este Corito Histórico, los muchachos Javier Lara (en Twitter @vzla_apesta) y Doriann Márquez (en Twitter @Hostioso0294 aprovechando la reciente elevación a los altares de la religión católica y la ceremonia correspondiente del personaje, deciden hablar de la enorme faceta que tuvo en vida como hacedor de país desde el campo de las ciencias el Dr. José Gregorio Hernández.
Desde sus orígenes en Isnotú, actual estado Trujillo, su paso sobresaliente por la escuela de esta localidad, su ida a Caracas a continuar sus estudios, sus múltiples intereses en el conocimiento lo llevan muy temprano a decidirse por estudiar medicina, en unos seis años en los que logra egresar con mención sobresaliente que ya auguraba un camino histórico para el joven médico que estaba destinado a dejar huella.
Huella que deja siendo el padre de la Bacteriología en el país, al irse a Europa a estudiar y retornar al país fundando la primera cátedra de esta materia médica en América, trayendo con él nuevas técnicas de laboratorio que no tardaría en enseñar a nuevos alumnos que innovarían igual que él en otras áreas de la medicina.
Funda también junto a otros 34 ilustres la Academia Nacional de Medicina, y posterior a esto, sus inquietudes religiosas lo llevan a retirarse y partir a Italia, en dónde planea hacerse monje, pero cuyas duras condiciones lo llevan a retornar al país a dedicarse a lo que mejor sabía: innovar en la medicina, tratar enfermos y formar país.
Se descubre también uno de sus hallazgos en una actividad muy mundana de hoy en día, su trágico final accidentado, y el proceso para llegar a la beatitud de la mano del milagro de la niña Yaxury.
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En este Corito Histórico, los muchachos Javier Lara (en Twitter @vzla_apesta) y Doriann Márquez (en Twitter @Hostioso0294 aprovechando la reciente elevación a los altares de la religión católica y la ceremonia correspondiente del personaje, deciden hablar de la enorme faceta que tuvo en vida como hacedor de país desde el campo de las ciencias el Dr. José Gregorio Hernández.
Desde sus orígenes en Isnotú, actual estado Trujillo, su paso sobresaliente por la escuela de esta localidad, su ida a Caracas a continuar sus estudios, sus múltiples intereses en el conocimiento lo llevan muy temprano a decidirse por estudiar medicina, en unos seis años en los que logra egresar con mención sobresaliente que ya auguraba un camino histórico para el joven médico que estaba destinado a dejar huella.
Huella que deja siendo el padre de la Bacteriología en el país, al irse a Europa a estudiar y retornar al país fundando la primera cátedra de esta materia médica en América, trayendo con él nuevas técnicas de laboratorio que no tardaría en enseñar a nuevos alumnos que innovarían igual que él en otras áreas de la medicina.
Funda también junto a otros 34 ilustres la Academia Nacional de Medicina, y posterior a esto, sus inquietudes religiosas lo llevan a retirarse y partir a Italia, en dónde planea hacerse monje, pero cuyas duras condiciones lo llevan a retornar al país a dedicarse a lo que mejor sabía: innovar en la medicina, tratar enfermos y formar país.
Se descubre también uno de sus hallazgos en una actividad muy mundana de hoy en día, su trágico final accidentado, y el proceso para llegar a la beatitud de la mano del milagro de la niña Yaxury.