¿Alguna vez te has sentido tan abrumado que lo único que podrías decir en oración es "¡Ayuda!"? Acompáñanos para hablar sobre cómo Dios responde hasta la oración más sencilla.

¿Alguna vez has sentido que alguien llegó a tu vida en el momento exacto? De eso estaremos hablando hoy: conexiones sobrenaturales, conexiones divinas.

¿Qué pasaría si te dijeramos que lo más incómodo que estás viviendo podría ser lo mejor que te ha pasado espiritualmente? Hoy hablaremos de cómo Dios nos estira, nos incomoda y rompe nuestros moldes, porque con Dios la fe inicia cuando salimos de nuestra zona de confort.

En este episodio hablamos sobre las debilidades: ¿y si esas cosas que vemos como defectos son, en realidad, los ingredientes que Dios quiere usar para mostrar su fuerza? Vamos a contarte una historia real que te va a inspirar y quizá te haga mirar tus propias limitaciones con otros ojos.

¿Alguna vez te has sorprendido porque Dios sí sabía lo que estaba haciendo? Hoy hablaremos de eso: de cómo Dios usa muchas circunstancias, regalos y oportunidades para llevarnos a su voluntad.

Hoy hablaremos de algo que todos nos hemos preguntado en algún momento: ¿Por qué estoy aquí? Desde una oficina común hasta la casa presidencial, Dios tiene un propósito para cada lugar en el que Él nos pone. Hoy veremos cómo, incluso, los momentos que parecen casuales están llenos de sentido eterno.

¿Alguna vez sentiste que no encajabas en el molde en el que otros esperaban que lo hicieras? Hoy vamos a romper ese molde y a descubrir el modelo de Dios.

Perdonar no es olvidar, ni justificar el daño. Es soltar la carga, sanar por dentro y caminar en libertad. El perdón no siempre cambia el pasado, pero sí transforma el futuro.
Quizás llevas tiempo atado a una herida, a una traición, a un “lo siento” que nunca llegó… Hoy es tiempo de decir: Te perdono. Adiós.

Muchas veces estamos esperando que llegue “esa gran oportunidad”, ese momento clave, esa respuesta divina… pero, ¿y si esa respuesta sos vos? ¿Y si estar disponible es la clave para ver lo que Dios quiere hacer?

Porque las personas que nos rodean tienen el poder de impulsarnos… o de frenarnos. Y muchas veces, por costumbre, miedo o falsa lealtad, permitimos que quienes nos drenan emocional, espiritual o mentalmente ocupen lugares que no les corresponden en nuestra vida.