Su doctrina no es de su propia invención, pero es de la palabra de Dios por medio de la enseñanza de su Espíritu. Y en medio de las disputas que perturban al mundo, si un hombre de cualquier nación procura hacer la voluntad de Dios, sabrá si la doctrina es de Dios o si los hombres hablan de sí mismos. Sólo los que odian la verdad serán entregados a errores que les serán fatales. | Pr. Antonio Urrutia V.