Mi respuesta, desde hace algunos años, ha sido esta: todos y ninguno.
Aunque escuches y leas de los casos de éxito que ha tenido Scrum, de lo fantásticas que son los métodos de Netflix y Spotify, de lo terrible que es Waterfall (cascada) y de que solo Ágil puede funcionar, es una mala idea intentar copiar la forma de trabajo definida por otros y aplicarla así en nuestro equipo.