Bienvenidos a El Día de la Marmota. Hoy nos adentramos en uno de esos momentos inevitables de la vida: cuando sentimos que hemos vivido más de lo que nos queda por vivir. No importa si llegamos a este punto con 40, 50, 70 años o incluso antes; lo que importa es que, cuando esa sensación llega, nos deja cara a cara con una realidad que puede ser tanto un espejo como una sombra: ¿qué hacemos con el tiempo que nos queda?
Hoy no vamos a buscar respuestas. No vamos a intentar solucionar algo que quizá no tiene solución. Vamos a reflexionar, porque a veces lo único que podemos hacer ante preguntas tan profundas es dejarlas resonar.