Jesús te acepta como eres pero Él no te deja como estás. Conócete, acéptate, trabaja en las rupturas, no te canses de mejorar; sabiendo que tienes una herencia garantizada y es la plenitud completa.
Jesús te acepta como eres pero Él no te deja como estás. Conócete, acéptate, trabaja en las rupturas, no te canses de mejorar; sabiendo que tienes una herencia garantizada y es la plenitud completa.