Han pasado 40 años desde la noche del 28 de octubre de 1982. Una noche donde el PSOE llevó a la izquierda española a gobernar el país desde 1936. Ilusión, esperanza, inquietud, miedo y mucha mucha decepción tras los primeros compases de una victoria que se recibió con enormes dosis de esperanza y se convirtió, para muchos, en una de las peores traiciones de la mal llamada Transición.