En el recorrido por el desierto cuaresmal, el pueblo de Dios siente la llamada a la Conversión y se prepara para vivir el misterio de la muerte y Resurrección de Cristo.
En el recorrido por el desierto cuaresmal, el pueblo de Dios siente la llamada a la Conversión y se prepara para vivir el misterio de la muerte y Resurrección de Cristo.