Desde luego que, por lógica, la acción del estado mexicano fue vinculada a la inminente visita de Joe Biden a México, pero además tras múltiples posiciones públicas asumidas por López Obrador de cara al Cártel de Sinaloa. El presidente mexicano ha aparecido como negligente o demasiado complaciente en la lucha contra los capos del narcotráfico, mientras la exportación de peligrosas drogas sintéticas, como el fentanilo, no ha descendido. Al contrario: nunca como ahora el gobierno norteamericano ha considerado tan grave el problema de salud pública derivado del consumo de metanfetaminas exportadas desde México. Se le ha denominado “asunto de seguridad nacional” en los Estados Unidos.