Banco Central de la República Argentina anuncia compras de reservas desde 2026 claves del nuevo rumbo monetarioEn una presentación ante inversores realizada a mediados de octubre en Washington, el vicepresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Vladimir Werning, confirmó que la entidad planea comenzar a acumular reservas internacionales a partir de 2026.
Este anuncio forma parte del plan económico del gobierno de Javier Milei y su equipo para estabilizar la economía, mejorar la credibilidad monetaria, y revertir la caída de la demanda de pesos.
El paso es significativo porque implica una transición de una política de contención y ajuste monetario hacia una fase de remonetización y fortalecimiento del balance externo. Sin embargo, plantea también interrogantes sobre su viabilidad, el impacto sobre la inflación y cómo se combinará con el resto de la agenda macroeconómica.Por qué el BCRA decide acumular reservasLa decisión del BCRA no surge de la nada. Argentina atravesó en los últimos años serias presiones sobre su tipo de cambio, su base monetaria, sus reservas, y la credibilidad de sus instituciones monetarias.
Según el anuncio, el BCRA considera que la demanda de pesos está deprimida, lo cual abre una ventana para que, una vez que la actividad se reactive, pueda comenzar a comprar dólares en el mercado para acumular reservas sin que ello presione la inflación.
La presentación ante inversores explica que este proceso comenzaría una vez que se observe una normalización de los agregados monetarios y la economía entre en la fase de remonetización, es decir, cuando los pesos vuelvan a circular con más fuerza y confianza.
De este modo, la compra de reservas dejaría de ser una medida de emergencia para convertirse en un instrumento de política estructural: reforzar el ancla externa, mejorar la cobertura de la moneda nacional y reducir vulnerabilidades cambiarias y de liquidez.¿Cómo se vincula esto con la inflación y con la política monetaria?Uno de los temores clásicos en cualquier economía cuando una autoridad monetaria señala que va a emitir pesos o permitir que la base monetaria crezca es que pueda generarse una nueva ola inflacionaria. En el caso argentino, con un historial de alta inflación, esa inquietud es aún mayor.
Sin embargo, el BCRA se anticipa a este riesgo: según su estrategia explicada ante inversores, las compras de reservas estarían condicionadas a que existan “hojas de remonetización” que garanticen que la liquidez generada no presione precios.
En pocas palabras: antes de lanzar la compra de divisas, el organismo espera que la economía permita ese espacio sin disparar los precios. Esto incluye estabilizar expectativas, moderar la expansión de la base de dinero, y mantener el control del tipo de cambio.
Si el plan se ejecuta adecuadamente, la acumulación de reservas podría fortalecer el peso, disminuir la prima de riesgo cambiario e incluso contribuir a una menor inflación importada. Pero hay muchos factores de riesgo.¿Cuáles son los pilares del nuevo plan de reservas?El programa del BCRA incluye varios componentes fundamentales:
- Condición de mercado: Las compras no se realizarán de forma automática, sino cuando se den las condiciones de remonetización.
- No esterilización “agresiva”: El BCRA estima que parte del peso generado no será esterilizado, lo cual implica que se confía en que la demanda de dinero absorba el exceso de liquidez sin subir la inflación.
- Enfoque externo: Mayor acumulación de reservas implica mejorar la cobertura frente a contingencias externas, depreciaciones o crisis cambiarias.
- Comunicación al mercado: El anuncio ante inversores fue claro, con la finalidad de reforzar la credibilidad institucional del BCRA y asegurar a los agentes que la política es cauta y predecible.
- Relación con el acuerdo del Fondo Monetario Internacional (FMI): Parte del programa responde a las exigencias del FMI para incrementar las reservas y mejorar el balance externo.
Estos ejes combinados apuntan a que la compra de reservas no sea un fin en sí mismo, sino una herramienta para reforzar el ancla monetaria y facilitar el control inflacionario.Retos y advertencias: por qué no es un camino sencilloAunque el plan tiene elementos sólidos, también está plagado de riesgos que lo hacen complejo:
- Dependencia de la demanda de pesos: Si la demanda no se reactiva como espera el BCRA, la liquidez podría seguir inflándose y presionar precios.
- Situación de alta inflación: En Argentina, con inflación aún elevada, cualquier expansión monetaria requiere extremo cuidado para no desanclar expectativas.
- Tipo de cambio y brechas cambiarias: Si el peso se deprecia, las reservas acumuladas pueden perder valor, o el intento de compra puede generar presiones adicionales.
- Condiciones externas: La provisión de dólares depende de factores como inversiones, exportaciones, entradas de capital, etc. Si estos flaquean, el plan puede debatirse.
- Credibilidad institucional: La clave para que la estrategia funcione es que los agentes económicos crean que el BCRA cumplirá los pasos anunciados. Sin credibilidad, los precios y el dólar pueden reaccionar adversamente.
En resumen: la acumulación de reservas es viable, pero el éxito dependerá tanto de la técnica monetaria como de la percepción de los mercados, la política fiscal y la evolución macroeconómica.Impacto sobre la inflación, el tipo de cambio y la economía realSi la estrategia se cumple, podrían esperarse varios efectos positivos:
- Refuerzo del ancla cambiaria: Una mayor reserva reduce la vulnerabilidad externa y puede contribuir a estabilizar el tipo de cambio.
- Mejor cobertura de la moneda: Con más reservas, el peso gana respaldo, lo que puede reducir la dolarización de activos y expectativas inflacionarias.
- Mejor clima de inversión: La señal de que el BCRA actúa con previsibilidad puede atraer inversiones y reducir la prima país.
- Potencial alivio en costos importados: Con mayor fortaleza del peso, los bienes importados podrían subir menos, aliviando la inflación importada.
Pero también hay escenarios adversos:
- Si la compra de reservas se anticipa sin que la demanda se active, la liquidez extra puede alimentar precios.
- Si la acumulación se realiza a costa de mayores emisiones o déficits, la inflación puede reagudizarse.
Para la economía real —hogares, empresas y mercados— el mensaje es claro: prudencia y observación, ya que la estrategia puede generar oportunidades, pero también nuevas fuentes de tensión.Cronología y próximos hitosEl anuncio del BCRA es ya un hito comunicacional. Según fuentes, lo presentado ante inversores incluye un cronograma aproximado: inicio de compras de reservas en 2026, sujeto a condiciones.
Los próximos pasos a seguir incluyen:
- Dar seguimiento al informe del BCRA sobre demanda de dinero y expansión de la base monetaria.
- Supervisar la evolución del tipo de cambio, las reservas internacionales y su composición.
- Observar la revisión del acuerdo con el FMI, que podría definir plazos, montos y condiciones para la acumulación de reservas.
- Vigilar los indicadores inflacionarios, especialmente la inflación subyacente, que revelan si la expectativa de precios está bajo control o no.
- Verificar la entrada de divisas frescas (inversión extranjera, exportaciones) que faciliten la acumulación de reservas.
Cada uno de estos factores será clave para determinar si el anuncio se convierte en una política efectiva o queda en una declaración de intenciones.Relación con la agenda económica más ampliaLa idea de acumular reservas no está aislada: forma parte de la estrategia más amplia del gobierno para estabilizar la economía, que incluye:
- Política fiscal más disciplinada.
- Reducción de subsidios y ajustes tarifarios.
- Flexibilización del tipo de cambio y mayor transparencia cambiaria.
- Apertura a capitales y fortalecimiento institucional.
En ese sentido, la acumulación de reservas puede verse como el siguiente paso estructural tras haber abordado las crisis de liquidez y ruptura de expectativas. Si todo funciona, puede marcar la transición hacia un régimen monetario más ordinario, donde el peso actúe nuevamente como una moneda confiable.Lecciones para otros países y contexto regionalLa estrategia argentina puede servir como caso de análisis para otros países que enfrentan alta inflación y vulnerabilidad externa. Algunos aprendizajes posibles:
- No basta con anunciar medidas: la señal al mercado importa tanto como la acción.
- Coordinar entre política monetaria, cambio y fiscal es clave.
- La acumulación de reservas es un respaldo, pero también exige disciplina.