Podría haber dicho "Venid a mí los que estáis enfadados y cabreados y yo os aliviaré". Perfecto hombre. Jesús es perfecto hombre. Esto quiere decir que también se enfada, que hay cosas (y personas) que le sacan de quicio y lo dice. Así que en el Evangelio de este domingo aparece enfadado para consuelo de los que se enfadan. Es verdad que él se enfada por virtud, por amor a Dios y a su casa, y nosotros, más veces por pecado. Pero él se enfada.