Ahondamiento en la frase de Jesús de Nazaret "dale al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios", en la que se nos muestra cómo no enfrentando lo que es del cuerpo con lo que es del espíritu, sino que si valoramos cada uno en su justa medida, de manera natural, lo de Dios trasciende con mucho lo del cuerpo, desvaneciendo el dolor que ensombrecía el ánimo con la luz de la dicha de la Plenitud del Amor.