En 2017, un hombre llamado Loren Krytzer entró en una subasta en Pasadena, Cali, en la quiebra, desempleado, apenas sobreviviendo y salió millonario.

La abuela de Krytzer murió y su madre y hermana se llevó casi todo lo que le pertenecía excepto una manta vieja que nadie quería. No era ni suave, ni eléctrica ni pesada. la tomó porque le recordaba a su abuela.

Un día estaba viendo un episodio sobre antigüedades y un anciano entró con una manta que se parecía mucho a la suya y salió con 500.000 dólares.

Krytzer fue hasta el armario donde estaba la manta de su abuela en un rincón y sin usar. Se parecía a la del programa. La tomó y le dijeron que era una auténtica manta navajo de principios del siglo XIX. Finalmente la manta se vendió en una subasta por 1,5 millones de dólares.

esta historia se parece a algo que se pasa por alto o no se usa en los rincones de nuestro armario espiritual. Estoy hablando de la oración… y si vamos a estar firmes en Babilonia, Daniel 9 nos llama a estar firmes en oración.