Junto a este escrito adjunto el audio de una reflexión consciente en la que comparto la esencia bendita de dar. De ese dar generoso, feliz y amoroso (el verdadero) que da con voluntad eterna, indivisa y sagrada; por lo que lo dado regresa inevitablemente multiplicado, complaciéndose en un inacabable recibir en Espíritu y Verdad que vuelve, a su vez, a dar multiplicando lo multiplicado... Y ese gozo y esa plenitud y esa bendición y ese Amor infinito y en perfecta comunión dadora/receptora, podríamos llamarlo el Cielo, la Realidad Última o nuestro Ser en DIOS VIVO.